El costalero es afición, tradición, cultura, compañerismo, amistad y creencia. Son labores que conlleva a ejercer esta maravillosa labor que no es ni mas ni menos que el soportar el peso divino de la trabajadera.
Bajo la trabajadera he conocido personas que no creí que fueran costaleros, entre ellos yo, nunca pensé en ello hasta que mi amigo Juan Escalante me llamó un día en casa de Chacón y me dijo “Rei te he apuntado a los ensayos y mañana tienes que venir”; me lo dijo tan serio que no me pude negar.
Cuando me metí debajo de la trabajadera noté un sentimiento extraño, que no sabía lo que era hasta que hice mi primera salida con el Gran Poder junto a mi gran amigo Domingo el ciego, en la cuarta trabajadera, ese sentimiento me salió de lo más hondo de mi corazón, me emocioné tanto que me puse a llorar.
He conocido personas que se metían bajo la trabajadera por promesa, cumplida esta se marchaban, otros se metían por probar y estaban en la trabajadera hasta que físicamente podían, los que se metían por creencia, también los había y los hay que se dedican a pasear el costal, éstos duran poco, un año o dos y se van. Recuerdo aquellos primeros años, los ensayos a las órdenes de nuestro capataz Antonio López. Las primeras cuadrillas las formaban gente trabajadora y estudiantes, en aquel tiempo no existía el cuadrante de ensayos.
La Agrupación se fundó a raíz de los comentarios y suspicacias entre costaleros de las dos cuadrillas y de las dos Hermandades. Había un malestar entre cuadrillas que nos llevaba a un fin no muy lejano y empezamos a comentarlo entre los costaleros de Palio y Cristo, de ahí salió la comisión para empezar a organizar un asociación independiente de las dos Hermandades, pero siempre al servicio de ellas. En diciembre de 1.986, después de un largo debate entre costaleros se nombró una Junta Directiva, de la cual formé parte y que dió a la luz la “Agrupación Hermanos del Costal”. Se formó a las dos cuadrillas siendo capataz del paso de cristo, Antonio López y del paso de palio, Manuel Álvarez.
Desde aquellos años hasta nuestros días ha cambiado bastante nuestra Agrupación, siempre para mejor. Ha pasado por bastantes altibajos pero siempre se han superado gracias al esfuerzo de las Juntas Directivas y al respeto hacia nuestros estatutos.
He sido costalero de paso de Cristo y actualmente soy contraguía del mismo paso junto al capataz Enrique Chacón, del que tengo que decir que si era buen costalero, mejor es de capataz. EL otro contraguía es Manuel Hidalgo Téllez, el “Telle”, del que puedo decir que tubo la valentía de hacerse cargo del la cuadrilla de Cristo hasta que Enrique entró de capataz, ahí tubo la virtud admirable de ser honesto, humilde y respetuoso con la decisión de la Junta Directiva de sustituirlo y pasar a su actual cargo de contraguía.
Del capataz de palio, Daniel Lucas me siento orgulloso, por la valentía que tubo al coger la cuadrilla cuando hizo falta, aquel año la Junta me mandó de contraguía al palio, del cual tengo un gran recuerdo por haber estado junto a este joven valor. Completan el cuerpo de capataces, mi querido primo José Antonio Berdún como ayudante de capataz y mis amigos, el veterano Florencio Morilla y Manuel Tirado como contraguías.
Por los recuerdos y anécdotas vividas me alegro de haber sido uno de sus fundadores, pero hoy día me siento orgulloso de estos jóvenes y veteranos costaleros que forman solamente una cuadrilla unida que son la de Palio y Cristo. Atrás quedaron las suspicacias y críticas destructivas. Lo mejor es el respeto hacia nuestros estatutos y por ello ninguna persona estará por encima de nuestra asociación, porque las personas pasamos pero la Agrupación desde su fundación a existido, existe y existirá para dar ejemplo y cultura en nuestro pueblo... a esta és!!
Raimundo Ojeda Delgado