El día de ayer permanecerá en la retina de muchos montellaneros a lo largo de los años. Una fecha inolvidable en nuestras vidas, por lo emotiva o tal vez, porque muchos de nosotros no volveremos a virvirla, cincuenta años son muchos para poder vivirlos dos veces, y más debajo de una trabajadera. Cuarenta y tantos privilegiados que algún día contarán a sus hijos y a sus nietos que pasearon a la Madre de Dios a la luz del día, alzándola en sus levantás hasta el mismo firmamento, meciéndola con mimo haciendo que sus bambalinas produjeran un tintineo musical que cautivara toda nuestra atención, durmiéndose en cada revirá con una suavidad pasmosa, rachear silencioso que acariciaba los adoquines de nuestras calles... Costaleros que pertenecieron a una cuadrilla extraordinaria para un día excepcional.
Desde nuestra agrupación felicitar a la Hermandad del Cristo de los Remedios y María Santisima de la Amargura, por todos los actos, y por hacernos partícipes de un día memorable.
La Junta Directiva