viernes, 18 de marzo de 2011

XXV AÑOS UNIDOS POR EL COSTAL


Alejado del piropo y el verso fácil hacia quien bien merecido lo tiene, escribo estas letras dedicadas al trabajo sombrío y desinteresado de esos hombres que durante el transcurso de veinticinco años han pasado a formar parte de la cuadrilla de la Agrupación Hermanos del Costal. Todos, forman parte de su historia desde sus comienzos hasta nuestros días. Y aunque no soy quien para valorar la tremenda evolución que ha sufrido su quehacer año tras año, ya que tan sólo de oídas me consta dicho dato, si que me atrevería a decir que es ejemplo para muchas de las Semanas Santas, que nos rodean. Montellano, deber sentirse orgulloso de contar con una Asociación comprometida en enardecer una de sus tradiciones más arraigadas, y siempre desde la ligazón de la fe de sus gentes.

Creo que sus costaleros, pese a sentir particularmente más devoción hacia un titular u otro, se sienten parte integrante de todas las hermandades. Los costaleros, sirven de nexo de unión entre hermandades y cofrades de nuestro pueblo. Su sede, punto de encuentro al llegar el azahar y el tiempo de cuaresma. Su trabajo en pro de alimentar el futuro de su cuadrilla a través de las Cruces de Mayo, ejemplo de lucha entre los más pequeños, y la organización del Pregón, evangelio del pueblo según sus vivencias, una labor que agradecemos todos los que amamos la Pasión y Muerte de Cristo. Con cada certera elección, mediante los pregoneros, ponéis al descubierto los sentimientos más arraigados del culto y la devoción.

“El Costal”, en la actualidad es poseedor de grandes raíces que hacen que cada año se convierta en fiesta jubilosa su “igualá”, comprobando como jóvenes promesas de “zapatilla, faja y costal” se acercan a ella cargados de ilusión y ganas de pegar sus cuellos a esas trabajaderas que revisten al cristiano del privilegio absoluto de convertirse en cirineos de nuestro Señor.

Su Junta, en un año como éste en el que se cumplen sus bodas de plata y en el que serán innumerables los signos y pruebas de reconocimientos por parte de todos, deberá ser consciente de que aún no está todo el trabajo hecho. Más que nunca deberá revestirse de la humildad que caracteriza al atuendo del costalero, y avanzar con ideas de futuro. Afianzar lo conseguido, pero aún así luchar por la modernidad, el progreso y la defensa de lo que de verdad nos mueve a todos para formar parte de ella.

Una vez más, con estas letras, vuelvo a agradecer la oportunidad brindada hace ya cinco años, para pasar a formar parte de su cuadrilla. Parte de esa primera trabajadera del paso del Señor, que tantos momentos imborrables me ha ofrecido. Silencios, suspiros, instantes mágicos en los que la mano del compañero te hace fuerte, minutos de reflexión en los que la soledad del costal en esa oscuridad absoluta te hace meditar o el sonido metálico del “martillo”, que hace incomprensiblemente que no te despiertes de ese sueño del que jamás quisiera despertar.

Por todo ello, a todos esos hermanos y compañeros que sabéis mimar vuestro paso, recortado y picado, largo y racheado, de costero, de izquierdo, con cintura, con carencia y compás os quiero desear un feliz aniversario y que nuestros titulares os colmen de fuerza y firmeza para continuar formando parte de una cuadrilla ejemplar.

Tomás Prieto Martín
Costalero.